Ocho ideas para eliminar Traumas religiosos

¿Es posible que el pertenecer a una religión ocasione traumas?
Definitivamente cada vez aumentan los casos de personas que pertenecen a grupos religiosos fundamentalistas y cultos que buscan ayuda psicológica por problemas emocionales y físicos causados por sus religiones. Peor aún son los problemas que surgen al tratar de salir de estos grupos.
Hay un aumento en la cantidad de grupos de apoyo en la internet para ex miembros de organizaciones religiosas. Se pueden leer experiencias que reflejan el sufrimiento, angustia y coraje que sufren tanto los miembros como los que se apartan de esas religiones.
Personalmente recibo mensajes de personas que pertenecen o han pertenecido a los Testigos de Jehová y comentan de su dolor y a veces impotencia para salir debido al temor a las consecuencias a las que tendrán que enfrentarse.
Los grupos fundamentalistas como los Testigos de Jehová imponen muchas reglas sobre sus miembros. También tienen muchas prohibiciones, como celebrar navidades, cumpleaños, no aceptar transfusiones de sangre, no votar ni saludar la bandera y muchas otras.
En fin, pertenecer a esa religión es vivir una vida sumamente estructurada y controlada. No hay libertad de pensamiento y hay que seguir al pie de la letra las instrucciones que se reciben de la Watchtower. Los miembros se vigilan unos a otros para evitar que den “mal testimonio” de la congregación. El sentirse vigilado y también vigilar a otros, aunque sea a nivel inconsciente es muy perjudicial para la salud mental.
Este ambiente crea mucho estrés, lo que conduce a que sus miembros sufran de depresión, alcoholismo, pesadillas, migraña y un sinnúmero de síntomas.
Todo esto se debe a vivir en un ambiente que no es natural y crea mucha presión en los miembros.
Es muy dificil salir de esos grupos pues la persona piensa que si lo hace sufrirá el castigo y destrucción de parte de dios. Esa idea ha sido firmemente plantada en su mente. Además sufrirá el rechazo y ostracismo de parte de sus familiares y amigos que pertenecen al grupo. Esto no es fácil, hay una carga emocional sumamente pesada.
¿Qué puede hacerse entonces para eliminar el trauma provocado por la religión?
Lo más importante es entender que esas ideas y doctrinas no vienen de dios. No importa lo que entendamos por dios.
Luego hay que observar nuestros pensamientos y entender las razones por las cuales quiere marcharse; hay que buscar las razones fundamentales. Es vital tener la mente clara y saber que no es sencillamente porque tiene coraje con algunos miembros o con los que dirigen la congregación; estas son emociones pasajeras. Al apartar tiempo para observar nuestros pensamientos, sin analizarlos, surgirán las respuestas y directrices sobre qué hacer y cómo. Nuestra sabiduría interna nos dará insights o mensajes sobre cómo actuar
Al observar nuestros pensamientos todo se aclara. Es como cuando uno entra a un lugar oscuro y enciende una bombilla; desaparece la oscuridad y todo se ilumina. Eso mismo sucede cuando contemplamos nuestros pensamientos sin juzgarlos ni analizarlos; simplemente observándolos.
Ver claramente que no hay necesidad de continuar en esa organización.
De hecho, no hay razón para que esas organizaciones existan. En un momento pudieron satisfacer necesidades psicológicas que tuviéramos como miedo, soledad y otras. Esas emociones pueden superarse y es posible que al presente no exista la necesidad de pertenecer a una religión.
Entender las circunstancias a las que se enfrentará y estar dispuesto a seguir adelante.
Los beneficios psicológicos que se reciben de esas religiones los podemos obtener de otros tipos de grupos no religiosos, sin los muchos aspectos negativos de las religiones fundamentalistas.
Un punto importante es aprender a desaprender y sacar de nuestra mente todos los pensamientos tóxicos que nos han inculcado, como el Armagedón, un dios vengativo que se encoleriza con los que no hacen lo que dice la organización y otras doctrinas cuyo propósito es mantener a la gente atemorizadas y controladas.
Es necesario entender que aunque vendrán situaciones desagradables, se obtendrán muchos beneficios. Todos los dogmas religiosos son sencillamente ideas creadas por seres humanos sin base alguna, que nos solidifican la mente en vez de darnos libertad y amplitud mental. Al romper con los dogma religiosos disfrutaremos de una libertad que nos dará paz mental y un sentido de unidad con todos los demás.
Realmente no necesitamos pertenecer a ninguna religión. Hay personas que abandonan una y se hacen miembros de otra y al pasar algún tiempo se decepcionan y empiezan otra vez el proceso de buscar una nueva y siempre están con el síndrome de la religión.
Hay que pensar seriamente en el tema de la religión y el daño que ocasiona a los niños, adolescentes, adultos y ancianos. Hay que salir de ellas lo más pronto posible pues no tienen nada que ver con lo divino y real; son sencillamente los pensamientos y reglas de grupos que nos atan para sus propios fines.