Lecciones del agua

A través de los años se ha usado el agua como un ejemplo a seguir. El agua nos da muchas enseñanzas. Si actuamos como ella podremos ser resilientes. Nos ayudará a tener éxito en la vida.

Lao Tzu dijo que “nada hay en el mundo tan blando como el agua. Pero nada hay que la supere contra lo duro”.

Actualmente las condiciones son muy inciertas y hay que aprender a vivir con la incertidumbre. El agua es flexible y se adapta o acomoda a cualquier recipiente. No tiene forma, pero puede asumir cualquiera. Cada día surgen situaciones que exigen que uno se adapte y sea flexible para lograr el máximo. Si uno es inflexible y duro le será muy difícil disfrutar de la vida.

Si la echamos en un vaso, en una copa o en una taza, asumirá la forma de estos. Para ser resilientes y poder fluir en las circunstancias actuales hace falta esa cualidad del agua. Entonces uno podrá hacer ajustes cuando sea necesario y seguir hacia adelante. Es como un chorro de agua cuando se enfrenta a un obstáculo en el camino, sencillamente cambia su curso y continúa. Es más fácil que destruir el obstáculo.

El agua nos ofrece tres lecciones vitales. Se enfoca, es flexible y tiene fuerza suficiente para eliminar obstáculos como rocas.