Consejos para ex miembros de cultos y de relaciones controladoras y opresivas
Este es uno de los últimos capítulos que aparecerá en mi libro Finalmente libres... que pronto será publicado. Estas sugerencias son dirigidas a ex miembros de los Testigos de Jehová pero también son de mucho provecho para cualquiera que se encuentre en una relación controladora y opresiva, aunque no sea de índole religiosa.
Cuando una persona abandona la organización de los testigos de Jehová definitivamente se expone a una serie de situaciones que son completamente anormales y la persona, aunque sabe que va a tener problemas, no se imagina en lo más mínimo que su vida cambiará dramáticamente y es probable que le ocurran las cosas que no pensaba que van a ocurrir. Las personas cambiarán, las situaciones cambiarán y su vida se convertirá súbitamente en un caos. Los ex Testigos se sentirán mejor si entienden que ahora tienen una mente con un enfoque distinto. Su forma de pensar y su mente han cambiado. Ha ocurrido un cambio mental muy drástico, un cambio radical que altera por completo el mundo en que vivían. Su concepción, su visión del mundo, todo cambia y por lo tanto, altera su vida y tienen que estar conscientes de que esto va a ocurrir. Algo que he notado es que muchos de los ex Testigos (sobre todo los que han sido expulsados por cuestiones que categorizan de apostasía) son vistos, por sus antiguos compañeros de la religión de un modo completamente diferente a cómo los veían antes. Mientras la persona no cobre consciencia de lo que está ocurriendo, no entenderá el porqué de las reacciones de sus antiguos amigos y familiares. No entiende que las otras personas continúan viendo las cosas como antes. según el punto de vista de la organización. Sus antiguos allegados lo ven ahora como un enemigo, como un apóstata con todo lo que eso implica. Eso hace que todas su relaciones personales se alteren completamente.
Veamos el ejemplo de una persona que está casada y es expulsada sola. Su cónyuge y sus hijos continúan en la organización. De momento, la relación con su esposa e hijos cambia por completo. La visión que tenían sobre él ahora es diferente, ella lo verá como un mundano, una persona del mundo, una persona mala que abandonó a Jehová y se ha convertido en “un diablo”.
En esa religión cuando una persona deja de creer en alguna de sus doctrinas, lo ven como un apóstata. La apostasía es vista como el peor de los males, pues lo interpretan como que la persona se ha rebelado contra Dios y ahora es un enemigo de Dios y por lo tanto, de la organización y de sus miembros.
Se hace necesario cultivar una mente saludable, una mente firme y clara. No podemos ser débiles, ni desarrollar un sentimiento de víctima ni de mártir, ni estar todo el el tiempo pensando en el daño que nos han hecho. Por el contrario, hay que superar ese sentimiento y estar contentos de que cobramos valor, nuestra mente se aclaró y pudimos salir de esa organización que controlaba nuestros pensamientos o creencias. Así no será necesario estar todo el tiempo rumiando, buscando experiencias, cosas que nos pasaron para compartirlas con otros y sufrir el daño que nos hicieron. Tampoco deberíamos estar pensando en el daño que posiblemente pudimos hacer a otros al predicarles y enseñarles las doctrinas de esa organización. Trabajamos en un momento dado bajo la influencia de una información e ideas extremistas y finalmente nos liberamos de ellos. Así que hay que mantener la mente clara para vivir en paz y seguir adelante en la vida con una actitud mental sana y saludable.
Hay que cultivar un sentido de propiedad de la vida. La vida que escogemos es nuestra, y por lo tanto esa es la que viviremos y tenemos que afrontar las condiciones y consecuencias que vengan, no podemos vivir la vida de otros. No podemos pensar que otros van a vivir nuestra vida. Así que hay que aceptarla y vivirla con gusto pues la escogimos.
Eso quiere decir que nosotros tenemos que decidir cómo vamos a interpretar las experiencias y responsabilizarnos por nuestras acciones. Vamos a decidir a qué le vamos a dar autoridad y qué vamos a permitir que nos afecte. Generalmente sufrimos, no por lo que ocurre sino por nuestro modo de interpretar lo que sucede, por nuestro modo de pensar. Hay que ser valiente y asumir responsabilidad para atreverse a vivir la vida que deseamos y esa responsabilidad está en nosotros, no en ninguna relación ni ninguna organización.
Finalmente quiero hablar del miedo. Creo que este es el instrumento principal de esa organización para retener y mantener bajo control a sus miembros. Los Testigos viven bajo un miedo constante a caer víctimas de muchas situaciones penosas si pierden su relación con la Watchtower. Mencionaré solamente algunas pocas de éstas:
Caer víctimas del Diablo
Ganarse el odio de Jehová
Perder la amistad de los miembros de la congregación
Quedarse solos en el mundo
Volverse súbitamente “mundanos”
Caer víctimas del “espíritu del mundo” y convertirse en inmorales y viciosos
Perder el amor y compañerismo de sus familiares Testigos
Ser destruidos en el Armagedón
Caer víctimas de la “religión falsa”
Esta es una lista muy corta de los miedos a los que son sometidos los Testigos de Jehová.
Ya han pasado treinta y cinco años desde que salimos de esa organización y todavía podríamos sentirnos víctimas por la actitud de familiares de nosotros al presente. Pero optamos por ver las cosas como son y dejar que continúen su curso y que no nos afectan. Somos personas felices. Disfrutamos de una mente clara y objetiva.
Comprendemos que todas las personas tienen derecho a creer lo que quieran y que son responsables de sus propias vidas, así como nosotros somos responsables de la nuestra. Tenemos muy buenas relaciones con nuestros amigos y disfrutamos de una vida plena, llena de claridad y optimismo. Una vida de mucha satisfacción en todos los niveles. Aceptamos con gusto la responsabilidad de nuestra felicidad. Eso es lo que nos gustaría ver en cada una de las personas que lean este libro.
